Sí, yo Itahisa, confieso... Soy adicta a lo dulce, a todo lo dulce (en especial a todo aquello que tenga chocolate), a los sprinkles, a las cosas que brillan (cual urraca), a las latas bonitas (especialmente si son antiguas y las he conseguido en un rastro), a los zapatos, a las libretitas, y a los libros de toda índole... Y sí señor, como has comprobado a Harry Potter.
A ver, sentemos las bases de esta cuestión: Tengo rasgos de frikismo, vale, pero está bastante controlado, digamos que lo vivo en silencio y no molesto a nadie. Ejemplo de esto es ese momento en que entro en una librería y veo montañitas de libros de todo tipo llamándome, con su olorcito a nuevo, sus portadas insinuantes... Y ¡zasca! Me llevo siempre uno, no falla. ¿Pero ves? Todo esto, en silencio. Ahora bien, de todos mis libros, destaca mi sagrada colección de Harry Potter. De hecho, ocupa un lugar privilegiado en mi casa, encima de la chimenea... ¡¡Eah!! ¡En primera plana! No soy mucho de continuar "sagas", pero esta me cautivó. De hecho, ni siquiera he visto todas las películas, me gustan los libros.
Dicho esto, estarás pensando que tiene que ver esta pseudoconfesión, que poco te aporta, con la receta de hoy... Efectivamente, nada de nada, pero en estas cosas me inspiro yo, ¡en mis cosas!... ¡Y te recomiendo que hagas lo mismo! Haz que todo lo que hagas siempre tenga que ver contigo... ¡TODO! Que nada bueno pase por tu lado como si tal cosa, no señor, celébralo con un baile, un movimiento serrrrsi, saltando o reptando, pero CELÉBRALO.
Y ya que estamos supermegacontentos y motivados, qué decir de estos cupcakes... Mmmmmm... En serio... Re mmmmmmm... Serán los reyes de cualquier evento y si hay niños de por medio, ni te cuento... ¿Qué puede encajar mejor en un cumpleaños infantil que la Nutella? Pues eso, nada. Por eso me recuerdan a Harry Potter, unos de mis niños-adolescentes literarios favoritos, y porque creo que hubiera llevado mejor sus batallas con Quien-No-Debe-Ser-Nombrado con un cupcake de Nutella (o una docena... Sí, una docena siempre mejor).
El bizcocho de chocolate de la receta es un básico para mí, nunca falla. De verdad, la utilizo como base en multitud de cupcakes. La receta me la cedió amablemente Sara Campos de Cupcake's House, una genio (si lees esto, ¡gracias!). Además de ser super esponjoso y aguantar muy bien hasta el día siguiente, tiene una cosa genial... Con estas cantidades, y según el tamaño de cápsulas que utilices... ¡Salen alrededor de catorce cupcakes! ¡Siiiiiiiii! Esto implica comerte, sí o sí, uno... O dos... Por esto de probar para ver si están buenos... Por esto de cómo llevo yo 14 cupcakes si en la caja me caben sólo doce... Estas cosas que a mí, lo que es a mí, nunca me pasan... Ejem...
¡Ah! La buttercream de Nutella es de Alma Obregón (a este paso, casi santa). Sí, hay que dar las gracias a las musas por inspirarla para realizar una de las mejores buttercream que he probado en mi vida.
Ahora sí que sí... ¡A por la receta!
Cupcakes de Nutella:
Ingredientes para 12 cupcakes (a temperatura ambiente):
Para la masa:
- 125 g de mantequilla sin sal.
- 180 g de azúcar blanco.
- 2 huevos L.
- 200 g de harina de todo uso.
- 50 g de cacao en polvo sin azúcar (utilicé marca Valor).
- 2 cucharaditas de levadura (utilicé marca Royal).
- 250 ml de leche entera.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- Crema de cacao (ya sabes, utilicé Nutella). ¡Ojo! ¡Para rellenar!
Para la buttercream:
- 150 g de mantequilla sin sal.
- 150 g de icing sugar (en su defecto, azúcar glass).
- 4 cucharadas de crema de cacao (en realidad, al gusto, siguiendo mi costumbre... A mansalva... La cantidad de Nutella, tanto si añades menos o más cantidad, no alterará la maravillosa consistencia de tu buttercream).
Modo de preparación:
Masa:
- Precalienta tu horno a 180ºC, con calor arriba y abajo (160ºC si es con ventilador). Prepara la bandeja para
cupcakes con sus cápsulas. Tamiza la harina con la levadura y reserva. - Bate la mantequilla (¡No olvides que debe estar a temperatura ambiente!) hasta conseguir una textura cremosa. Añade el azúcar hasta que se integre todo bien a velocidad baja o media.
- Añade los huevos uno a uno (no añadir el siguiente, hasta que el anterior esteincorporado).
- Echa la mitad de la mezcla de harina y levadura tamizadas y sigue batiendo a velocidad baja (esto es importante, si bates con una velocidad muy alta, el bizcocho una vez horneado quedará mucho más duro).
- A continuación, echa la mitad de la leche (a la que habrás incorporado previamente el extracto de vainilla). Posteriormente, echa la otra mitad de la harina y, finalmente, la leche que te queda.
- Reparte la masa en las cápsulas (no las rellenes más de dos tercios) y hornea durante unos 20 minutos (hasta que al pincharlo, salga limpio).
- Retira tus cupcakes del horno, déjalos reposar unos tres minutos en la bandeja de hornear. Posteriormente, pásalos a una rejilla y dejálos enfriar totalmente.
- Una vez estén totalmente fríos, podrás rellenarlos. Con un descorazonador de manzanas o uno específico para cupcakes (hacen exactamente la misma función), retira el centro del bizcocho y reserva "el taponcito" extraído. Rellena con la Nutella y vuelve a colocar el tapón de bizcocho que habías reservado.
Buttercream:
- Tamiza el icing sugar y reserva.
- Bate la mantequilla hasta obtener una textura cremosa.
- Añade el icing sugar y bate hasta que se integre (¡cubre el bol!).
- Un vez integrado, sube la velocidad de tu amasadora hasta media o alta para darle consistencia a tu crema. Añade las cucharadas de tu crema de cacao. ¡Cuanto más batas, más consistencia!
- Decora tus cupcakes con tu crema y tu manga pastelera. Yo hice remolinos con la boquilla 1M de Wilton.
En serio, hipersalivo sólo al ver las fotos... Por lo que más quieras, ¡Hornéalos!
NOTAS VARIAS:
La textura de esta buttercream es maravillosa por sí sola, densa y muy manejable, lo que la hace ideal para conseguir muy buenos resultados, aunque no tengas mucha práctica con la manga pastelera. ¡Prometido!
Puedes utilizar cualquier crema de cacao, marcas blancas incluidas, aunque por cuestión de gusto y textura, yo prefiero la Nutella.
Decoré con unos sprinkles o mini-lacasitos que encontré en Tiger... Sí, esa tienda es una fuente de recursos low cost.
Tengo que hacer una mención especial (en negativo) a estas cápsulas de House of Marie. Siempre utilizo las de esta marca porque no fallan, son resistentes y no pierden su color una vez finalizado el horneado, pero estas de color verde son horrorosas. Son de color mate y a simple vista se ve que son más finitas que las habituales de la marca. Su problema radica en que se despegan, hagas lo que hagas, se despegan, lo que afea bastante el resultado final (y mi posterior rabieta). Las dos de la foto son las únicas que se salvaron. Hablo desde mi experiencia, las he utilizado en tres ocasiones (por aquello de no tirarlas y creer en los milagros) y se me despegan siempre. Lo dicho, el resto de cápsulas de la marca, maravillosas.
Llegados a este punto, ya sabemos que estos cupcakes de Nutella pegan con un libro de Harry Potter, pero al hornearlos... ¿Qué pega con ellos mientras los horneamos? ¡Pues esta canción de Paolo Nutini con este buen rollo!
Itahisa.
